Este año, los bancos se enfrentan una vez más a innumerables tareas de carácter regulatorio, que a menudo pueden agotar el presupuesto total para el trabajo de proyectos. Desde las conclusiones de las auditorías, los auditores y las autoridades de control hasta los cambios en la legislación y la urgente necesidad de optimización para sustituir los procesos manuales... muchas cosas se consideran no negociables.
Sin embargo, los recursos (financieros, materiales y, por último, pero no menos importante, de personal) a menudo no son suficientes para ello. También existen dependencias entre las iniciativas requeridas.
¿Cómo resolver este problema y llegar a una hoja de ruta regulatoria que equilibre la urgencia y la creación de valor?
Lea nuestra breve guía sobre el tema.